A medida que envejecemos, los efectos de la gravedad, la exposición al sol y el estrés de la vida diaria se notan en nuestras caras. La cirugía de lifting facial requiere de un enfoque individual: es un trabajo a medida. Con frecuencia, se recomienda la combinación de diversas técnicas quirúrgicas para conseguir el mejor resultado.
Las arrugas en la piel aparecen a medida que van pasando los años, sobre todo en la zona de alrededor de la boca y nariz, de los ojos «patas de gallo», en el área interciliar (área entre las dos cejas), etc. Los depósitos de grasa aparecen alrededor del cuello. La mandíbula se torna floja y caída (papada).
Descripción del procedimiento
El lifting o estiramiento facial es una intervención quirúrgica para reparar la piel de la cara y cuello marchita, arrugada y hundida que se produce por el paso del tiempo, por una dieta alimenticia pobre o también por tendencia hereditaria. Se realiza quitando el exceso de grasa, tensando los músculos principales y rellenando la piel de la cara y cuello.
Otros factores que pueden contribuir a problemas en la piel en personas más jóvenes son una dieta pobre, el tabaco, la obesidad y también los factores hereditarios.
El lifting ayuda a mejorar los daños visibles de la piel y músculos, así como a recuperar un aspecto más joven.
Se puede hacer con dos tipos de anestesia. Una es la anestesia local donde el paciente queda adormilado y no siente dolor. La otra es la anestesia general en la que el paciente está profundamente dormido, sin sentir dolor.
El cirujano plástico realiza unas incisiones sobre la línea del pelo, en las sienes, detrás del lóbulo de las orejas y en la zona baja del cuero cabelludo. Después extrae el tejido graso, estira la piel y, por último, sutura las incisiones. Durante el postoperatorio el paciente puede notar adormecimiento en la piel: esto es normal y desaparece en unas pocas semanas.
Todas las dudas deben ser completamente aclaradas en las consultas que preceden a la cirugía.